Esta es probablemente la novela má s juvenil jamá s escrita por un anciano, el má s perfecto ejemplo de la ironí a que caracteriza buena parte de la obra de Thomas Mann, quien se sitú a aquí en la estela de Cervantes y Stendhal para ofrecernos la que sin duda es la novela picaresca má s importante del siglo XX. Pardoiando las novelas de aprendizaje, tan arraigadas en la tradició n literaria alemana, estas "confesiones" nos conducen por todas las etapas de una vida cuyo propó sito explí cito es convertirse en una obra de arte. A tenor de esta concepció n esté tica de la vida, las trampas, los robos y las imposturas acaban no só lo por justificarse, sino incluso por constituir un estilo de vida de moralidad irreprochable.