Quié n no recuerda el famoso verso '¡ Oh, capitá n! ¡ Mi capitá n!'? Aunque escrito como homenaje pó stumo a Abraham Lincoln, este fragmento forma parte la obra cumbre del 'viejo hermoso Walt Whitman', que dirí a Garcí a Lorca.
Este poemario convirtió a Whitman, 'el poeta del cuerpo y el poeta del alma', en uno de los autores estadounidenses má s leí dos de todos los tiempos.
Una obra fresca y fragante como las hojas de hierba que le dan tí tulo.