La cultura moderna es extensa y sofisticada, gigante en sus conocimientos y fuerte en su antropologí a, y muestra una sorprendente adaptabilidad y apertura para absorber, aclarar y unir. Sin embargo, en la actualidad se presenta a menudo separada de la fe que le dio vida, y sin la cual no es posible sobrevivir: se vuelve así frá gil, cada vez má s incapaz de adaptarse y unir.
En la prá ctica, muchos aspectos de la cultura y de la vida pú blica sufren de racionalismo, individualismo, desigualdad, discordia e ingratitud. Tratamos de vivir aislados de nuestros semejantes, incapaces de reconocer el mundo y la vida que disfrutamos como regalos de Dios. El autor muestra có mo la cultura desafí a a la fe, exigiendo de ella respuestas razonables; y có mo la fe desafí a a la cultura actual, denunciando su fragilidad y planteando a su vez nuevas e interesantes preguntas.