Adelgazar y mantener el peso ideal: para muchos, ese objetivo se convierte en un deseo inalcanzable. Porque un régimen sólo funciona mientras se sigue. Y a nadie le gusta limitar para siempre sus deseos gastronómicos. La consecuencia es una lucha permanente por un kilo o unas calorías de más o de menos, un combate tenaz, casi siempre perdido, contra el exceso de peso.
