Nada podría haber preparado a Jay Granger para la visita de dos agentes del FBI. . . ni para las noticias que le traían. Steve, su ex marido, había sufrido un accidente que lo había dejado gravemente herido y el FBI necesitaba que Jay confirmara su identidad.
El hombre que Jay encontró en la cama del hospital era prácticamente irreconocible. Seguramente porque estaba agotada y algo asustada, Jay confirmó que se trataba de Steve Crossfield. Pero cuando se despertó del coma no era para nada como ella recordaba a su ex marido. Además, no guardaba memoria de su vida junto a ella.
De pronto nada le resultaba familiar, ni su aspecto, ni su intensa personalidad, ni el deseo que provocaba en ella. Quién era ese hombre? Y. . . se rompería la pasión que había entre ellos cuando descubriera su verdadera identidad?