Los diarios escritos por Thomas Mann en el periodo de entreguerras acerca de su cotidianidad, su proceso creador y el tiempo convulso que le tocó vivir.
Los Diarios de Thomas Mann permiten entrever mundos hoy desaparecidos: el buen hacer de un artista metó dico con rutinas y placeres plenamente burgueses; la agitada escena intelectual de principios del siglo XX en Europa, en la que Mann ocupaba un lugar central y en la que reconocí a el protagonismo de sus contemporá neos Gide, Kafka, Joyce o Proust; o el laboratorio de un novelista incansable, que trabajaba por acumulació n hasta producir obras só lidas como monumentos. Por todo ello, estos Diarios son un libro imprescindible para entender có mo fue este escritor moderno. Pero en lo personal se trasluce tambié n lo polí tico, y aquí aparece un duro testimonio del exilio al que Mann partió con su familia a los sesenta añ os, en 1933, poco despué s de la ascensió n de Hitler al poder. Ante la caí da de su patria en la barbarie, el gran escritor nacional no pudo ni quiso desconectar del sufrimiento de Alemania. No es de sorprender, pues, que en estas pá ginas dejara reflexiones sobre la historia que se han convertido a su vez en contundentes documentos histó ricos.
La crí tica ha dicho:
'En sus diarios se entrecruzaba a veces Einstein con divos de Hollywood, con profesores de Princeton o de Harvard abrié ndose paso en medio de los obstá culos que encontraba a la hora de escalar otras cimas literarias. Escribir siempre con grandeza al borde del acantilado, entre la belleza y el cieno, entre la esté tica y la putrefacció n era la cumbre que má s le atraí a.'
Manuel Vincent, El Paí s
'Los diarios acogen la cotidianeidad del escritor [. . .] Las pá ginas del diario de mayor interé s sociopolí tico son [. . .] pá ginas del exilio, inflamadas por la rabia, la tristeza y no exentas de cierta melancolí a por la Alemania perdida.'
Blas Matamoro