Kaylee Sloan era una autora de é xito y tení a la esperanza de poder concentrarse por completo en el trabajo. Pero a causa del luto por la muerte de su madre estaba sufriendo un bloqueo.
Con el propó sito de huir de todas las distracciones, Kaylee alquiló una casa en Virgin River. Sabí a que el aislamiento la ayudarí a a escribir y, mientras atravesaba en coche los majestuosos bosques de secuoyas, empezó a sentir la inspiració n. Hasta que llegó a su destino y se encontró con un edificio incendiado. Hundida, se dirigió a Jack? s Bar para planear sus siguientes pasos. Aquel bar del pueblo era uno de los centros de reunió n de la comunidad y, una vez que atravesó su puerta, se quedó sorprendida por la aceptació n de aquella gente, que estaba má s que dispuesta a echarle una mano.
El mundo de Kaylee estaba expandié ndose de un modo que nunca hubiera imaginado. Y, cuando rescató a un gatito y, despué s, a una perra con una camada de cuatro cachorros, se dio cuenta de que su corazó n se habí a abierto a unos animales que la necesitaban. Y, tambié n, de que el adiestrador de perros que viví a junto a ella sabí a exactamente có mo animarla. A medida que el dolor de Kaylee iba dejando paso a la alegrí a, ella supo que no habí a un sitio mejor que aquel para empezar de nuevo.