En La Sonrisa de una Trapera Paul Glynn nos introduce a Satoko Kitahara, una mujer japonesa de familia aristocrá tica y rica, que abandonó todo para vivir y trabajar con las gentes sin hogar de Tokio tras la II guerra mundial, quienes se ganaban la vida como traperos. Murió en la pobreza a la edad de só lo 29 añ os. Conocida tambié n como Marí a de la Ciudad de las Hormigas, Satoko se cuenta entre las cincuenta mujeres japonesas que má s conmovieron a la nació n japonesa durante los 62 añ os de reinado del Emperador Hirohito, por su labor de reconciliació n entre diferentes clases sociales y religiones. La prensa de su tiempo la describió como una testiga heroica contra el materialismo egoí sta que estaba invadiendo el Japó n en los añ os 50. Su profunda fe cristiana, enraizada en una educació n y herencia totalmente japonesas, continú a inspirando a un cí rculo creciente de admiradores.