Todo el mundo hablaba de esa pareja. . . Desde Londres a San Petersburgo.
La fotógrafa Zoe Collins estaba dispuesta a que el multimillonario Maks Marchetti despertara sus sentidos. Le habían hecho daño muchas veces y estaba dispuesta a proteger el corazón, pero quería dejar de proteger la virginidad.
Maks no había conocido a nadie que lo intrigara tanto como Zoe. Era huérfana e inocente, pero parecía casi tan escéptica respecto al amor como él. . . lo que hacía que las noches que pasaban juntos fueran peligrosamente adictivas. Sin embargo, un vínculo forjado en la cama podría resistir el asedio constante de la prensa?