En Don Juan Tenorio José Zorrilla recogió toda la tradició n anterior relacionada con el personaje de Don Juan, aderezá ndola con elementos religiosos y romá nticos. Consigue hacer de su personaje un arquetipo humano cuyas caracterí sticas difí cilmente pueden ser imitables sin caer en la versió n o el plagio.
Don Juan Tenorio se convierte en referencia de un modelo de hombre enfrentado a la muerte, al amor, a la castidad y a la pasió n. La popularidad de su obra hizo ingresar a José Zorrilla en La real academia de la lengua españ ola en 1882.
Si bien el personaje de Don Juan tiene numerosos antecedentes literarios, el que aquí se nos presenta, tiene una voluntad de otro orden. Y nos parece que su figura se erige por encima de su propia existencia.
Don Juan Tenorio es un joven caballero entregado a una vida desenfrenada de apuestas, amorí os y duelos. La trama comienza con una apuesta entre é l y otro joven por ver quié n en un añ o hace má s maldad con má s fortuna.
Esto a su vez desencadena otra apuesto, má s descabellada, que consiste en que don Juan consiga seducir a una joven novicia, doñ a Iné s, y a la prometida de su amigo.
Don Juan con gran maestrí a va consiguiendo todo lo que se propone, pero su alma se va perdiendo má s y má s. Al final de la obra debe de enfrentarse literalmente a sus fantasmas. Solo el amor que siente por é l la joven Iné s es capaz de salvarle de perecer eternamente en el infierno.