Hay historias que no se leen, se sienten.
Que atraviesan el corazón con la delicadeza del viento y el peso de la verdad.
Duele Querer es una de ellas.
Una obra que no solo habla del amor, sino de todo lo que viene después: la pérdida, el perdón, el tiempo y esa misteriosa capacidad que tiene el alma para recordar lo que un día la hizo temblar.
Esta historia, escrita con el pulso del Caribe y el alma de la poesía, nos invita a mirar dentro, a entender que amar no siempre significa quedarse, y que a veces la verdadera historia comienza cuando aprendemos a soltar.
Ambientada en Lomisa, una ciudad ficticia de la República Dominicana -urbana, costera, viva-, Duele Querer se desarrolla en tres momentos esenciales:
el descubrimiento, la herida y la memoria.
Seis etapas que reflejan el recorrido universal del amor humano: bajo la lluvia, lo que no dijimos, Lucía, Elías, lo que el tiempo no borra y cuando el alma recuerda.
Más que una historia romántica, Duele Querer es una obra emocional, espiritual y humana, una travesía por las profundidades del alma donde el amor deja de ser una historia y se convierte en aprendizaje.