A partir del añ o 1880 empiezan a divulgarse las ideas teó ricas que el naturalista francé s, É mile Zola, expone y desarrolla en el que se podrí a considerar el documento má s importante del movimiento naturalista, Le Roman Expé rimental, en el que se traza el perfil del nuevo novelista experimental. Este movimiento esté tico se caracteriza por su enfoque en la observació n objetiva y detallada de la realidad, y por su interé s en los aspectos má s só rdidos y negativos de la sociedad.
En Españ a son pocos los añ os que transcurren entre la tardí a aceptació n del realismo y el debate sobre el naturalismo (1883-1887), que empieza cuando circulan las primeras obras de É mile Zola.
En La literatura francesa moderna. El Naturalismo Emilia Pardo Bazá n manifiesta que los puntos dé biles del nuevo movimiento son, por una parte, el fatalismo o determinismo y, por la otra, el utilitarismo en el arte. Segú n la escritora gallega, los autores franceses, al hacer hincapié en los condicionamientos de tipo social, fisioló gico y bioló gico (que constituí an precisamente los fundamentos de la teorí a del maestro Zola), no saben captar esa auté ntica clave de la esencia humana que es el libre albedrí o.
Para Emilia Pardo Bazá n, la novela naturalista, sin alejarse de la realidad y sin caer en exclusivismos, debe dar má s bien una imagen exacta de la vida y de los seres humanos, pero en su doble dimensió n material y espiritual. Por esta razó n, propone como solució n ideal un nuevo realismo que actú e como puente levadizo entre las dos doctrinas filosó ficas antagó nicas, el tradicional realismo idealista españ ol y el nuevo naturalismo materialista francé s.