Los problemas llaman a la puerta. Cuando el magnate hotelero Sean Beresford se presento en la puerta de su teteria, lo primero que penso Dee Flynn fue que estaba de suerte. Pero Sean habia ido a decirle que cancelaba su ultimo proyecto profesional, dejando su futuro con una perspectiva tan seca y descolorida como sus mas anejas hojas de te. Dee no estaba dispuesta a rendirse sin luchar y Sean, reacio, accedio a ayudarla a encontrar una solucion. Sin embargo, no era facil trabajar con Sean porque le hacia arder la sangre y le aceleraba el pulso como ningun otro hombre lo habia hecho nunca. Y eso antes de que llegara a besarla. . .