El importante lugar del islam en la Europa actual ha trastornado la tolerancia ilustrada, que consideraba irracional toda verdad religiosa. Al-Andalus aparecí a como un modelo de armoní a entre las religiones, bajo la direcció n de pensadores como Averroes y a costa de una separació n clara entre los creyentes.
Pero esta leyenda se equivoca en lo esencial. Porque la Españ a medieval es ante todo un lugar donde se discute con pasió n la verdad de las doctrinas religiosas; si se dialoga, se traduce y se polemiza es porque cada uno cree tener razó n y piensa que puede convencer al otro. La auté ntica lecció n de Andalucí a tal vez sea esa: el verdadero respeto no busca borrar las diferencias para llegar a un consenso. Parece urgente devolver las cuestiones religiosas al á mbito de la razó n, del que han sido precipitadamente excluidas.