Introducció n
La plena consciencia [o mindfulness, o la atenció n plena, como,
en ocasiones, se la denomina] es la energí a que te ayuda a estar
despierto y ser consciente del momento presente. Es una
prá ctica que te permite conectar profundamente, instante tras
instante, con la vida. Y no es necesario que te desplaces, para
ello, a un lugar diferente. Puedes practicar la plena consciencia
en tu habitació n o cuando vas de un lado a otro. Se trata de que
hagas lo mismo de siempre (como caminar, sentarte, trabajar,
comer o hablar), pero consciente de lo que está s haciendo.
Si, mientras contemplas una hermosa puesta de sol con un
grupo de personas, por ejemplo, te dejas atrapar por tus proyectos
y preocupaciones, acabará s perdié ndote en el pasado o
en el futuro y no disfrutará s, como los demá s, del presente, y
se te escapará n la puesta del sol y la riqueza de la experiencia.
Supongamos ahora que, en su lugar, asumes un enfoque
diferente. Por qué , cuando tu mente divague, no diriges la
atenció n a la inspiració n y la espiració n? La prá ctica de la respiració n
profunda te trae de nuevo al presente. Cuando tu cuer
po y tu mente se unifican, puedes volver al presente para ver,
contemplar y disfrutar de la escena que ante ti se despliega. Así
es como, ? volviendo al hogar? de tu respiració n, recuperas el
milagro de la puesta de sol.
Habitualmente estamos tan ocupados que nos olvidamos de
quié nes somos y lo que estamos haciendo. Conozco a mucha
gente que afirma olvidarse incluso de respirar. Nos acostumbramos
a no mirar siquiera a las personas que amamos, de modo
que solo las echamos de menos cuando ya se han ido. Y poco
importa que no tengamos nada que hacer porque, al habernos
desconectado de lo que sucede en nuestro interior, nos aprestamos
a encender la televisió n o llamar por telé fono. como
si fuese posible escapar de uno mismo.
La conciencia de la respiració n es la esencia de la plena
consciencia, que, segú n el Buda, es la fuente de la felicidad y
de la alegrí a. Pero por má s que todos llevemos, en lo má s profundo,
la semilla de plena consciencia, nos hemos olvidado de
regarla. Si aprendemos, no obstante, a tomar refugio en nuestra
respiració n o en nuestro caminar, volveremos a establecer
contacto con esas semillas, volveremos a regarlas y a asistir,
para nuestro disfrute, a su crecimiento. En lugar de contentarnos
entonces con una noció n abstracta de Dios, el Buda o
Alá , descubrimos la posibilidad de conectar con Dios a cada
respiració n y a cada paso.
Pero esta prá ctica, por má s accesible y sencilla que parezca,
requiere cierto entrenamiento. Y, para ello, la prá ctica de detenerse
resulta esencial. Y có mo hacemos para detenernos? Lo
hacemos a travé s de la inspiració n, la espiració n y el paso. Y
nuestras prá cticas fundamentales para ello son la respiració n
atenta y el paseo atento. Cuando las domines, podrá s ejercitar la
comida atenta, la bebida atenta, la cocina atenta, la conducció n
atenta, etcé tera, etcé tera, etcé tera. , que te permitirá n estar, en
todo momento, aquí y ahora.
La prá ctica de plena consciencia (smriti, en sá nscrito) conduce
a la concentració n (samadhi) que, a su debido tiempo,
desemboca en la comprensió n (prajñ a). Y la comprensió n
proporcionada por la meditació n de la atenció n plena puede
liberarnos del miedo, la ansiedad y la ira y permitirnos ser plenamente
felices. Esto es algo que podemos practicar apelando
a algo tan sencillo como una flor. Basta con sostener una flor
en la mano y ser consciente de ella. La inspiració n y la espiració n
te ayudan a mantener la conciencia. En lugar de dejarte
desbordar por los pensamientos, sigue disfrutando de la belleza
de la flor. Entonces es cuando la concentració n se convierte en
una fuente de alegrí a.
Si quieres disfrutar plenamente de los regalos que la vida te
depara, debes ejercitar la plena consciencia instante tras instante,
independientemente de que esté s cepillá ndote los dientes,
preparando el desayuno o dirigié ndote al trabajo en coche. Cada
paso y cada respiració n pueden convertirse, de ese modo, en
una ocasió n para abrir la puerta que conduce a la felicidad y la
alegrí a. La vida está tan cargada de sufrimiento que, si careces
de la suficiente felicidad acumulada, no podrá s enfrentarte a la
desesperació n. Practica con una actitud amable y relajada, con
una mente abierta y con un corazó n receptivo. Practica con la
intenció n de entender, sin dejarte engañ ar por las formas ni por
las apariencias. La plena consciencia puede conservar tu alegrí a
interior y ayudarte a superar los retos que la vida te depare. Y
el mindfulness o la plena consciencia puede ayudarte tambié n
a establecer, en tu interior, los cimientos de la libertad, la paz
y el amor.