Colin Sullivan estaba dispuesto a realizar la obra definitiva de su carrera teniendo a Cassidy St. John como modelo. Pintarla, con su pasion por la vida y aquella belleza que le cautivaba, representaria todo un desafio. Pero, cuando la tuvo dia tras dia frente a el, comprendio que el autentico desafio no seria capturar su imagen, sino su corazon.