La naturaleza de la vida es la impermanencia, y con la vida, el ser humano está siempre en proceso de cambio. Pero algo en estas transformaciones permanece inalterable. Qué varí a y qué es lo queda en ese trá nsito? Có mo se revela lo que somos y nunca dejamos de ser? Vivir es sin duda un riesgo que asumimos a pesar de que esa aceptació n entrañ e siempre una pé rdida. Mitad, de Julieta Valero, es una honda y poé tica refl exió n en torno a los temas má s vigentes en tiempos que exigen sumergirnos en cuestionamientos que no acaban nunca de agotarse. Lo que se rompe y lo que brota cohabitan en un lenguaje que se tensa al situar al lector ante sus lí mites y ante su relació n consigo mismo, con la Naturaleza, con los otros. Se oponen y a la vez conviven en una morada desde la que reconstituirnos, ubicarnos en relació n con los demá s y volver a significar ? o intentarlo, al menos? el suceso frá gil y vibrante que somos.
La naturaleza de la vida es la impermanencia, y con la vida, el ser humano está siempre en proceso de cambio. Pero algo en estas transformaciones permanece inalterable. Qué varí a y qué es lo queda en ese trá nsito? Có mo se revela lo que somos y nunca dejamos de ser? Vivir es sin duda un riesgo que asumimos a pesar de que esa aceptació n entrañ e siempre una pé rdida. Mitad, de Julieta Valero, es una honda y poé tica refl exió n en torno a los temas má s vigentes en tiempos que exigen sumergirnos en cuestionamientos que no acaban nunca de agotarse. Lo que se rompe y lo que brota cohabitan en un lenguaje que se tensa al situar al lector ante sus lí mites y ante su relació n consigo mismo, con la Naturaleza, con los otros. Se oponen y a la vez conviven en una morada desde la que reconstituirnos, ubicarnos en relació n con los demá s y volver a significar ? o intentarlo, al menos? el suceso frá gil y vibrante que somos.
'Julieta Valero parece entender la poesí a como funció n esencial de la vida. Elaboració n de una lengua propia, hecha de lo que vamos pasando, de lo que se querrí a que fuera, del mundo. Los materiales de la vida y un exigente trabajo de la lengua. Auto-reflexiva y escé ptica, cá lida y descreí da, plantea y deja abiertas sus cuestiones. [?] El lugar de habla es lí rico y de revuelta. Hay aspereza, ilusió n, preguntas. Una dulzura má s allá de lo pró ximo'.
OLVIDO GARCÍ A VALDÉ S, ABC Cultural