San Agustí n, que solo se convirtió al catolicismo a los treinta añ os, quiso rememorar el camino seguido en ese largo trayecto.
Así escribió sus Confesiones, un texto comprometido y agradecido, pero sobre todo lleno de fuerza dramá tica, que nos muestra al joven enamorado, al hombre en crisis o al hijo que sufre y que a travé s de esas experiencias ofrece respuestas a nuestras grandes preguntas: qué es el amor, qué es la muerte o el má s allá .
Esta í ntima y personalí sima confesió n inauguró un gé nero literario, la autobiografí a espiritual, y es hoy uno de los textos má s leí dos y admirados de la literatura universal. Una contribució n decisiva no solo a la teologí a cristiana, sino tambié n a la psicologí a y la filosofí a de Occidente.