Mackenzie Dienes parece tenerlo todo: una hermosa casa, buenas amigas y una carrera exitosa como enóloga de elite en la bodega familiar. Solo hay un problema: no es su familia, sino la de su marido. De hecho, todo en su vida está vinculado a él: su suegra es lo más parecido a una madre que ha tenido, su hogar está en el complejo familiar y su cuñada es su mejor amiga. Así que cuando su matrimonio termina, el dolor va más allá del desamor. Está a punto de perderlo todo: trabajo, hogar, amigos y, lo peor de todo, la familia.
Quedarse es una opción. Puede continuar trabajando en la bodega, llevarse bien con su suegra, abrazar a sus sobrinos. . . pero solo como empleada. O puede arriesgarse a renunciar a todo lo que alguna vez consideró suyo para construir un legado propio. Si se atreve a dejar ir la vida que pensó que quería, podría descubrir algo aún más hermoso esperándola bajo la luna.